jueves, 8 de septiembre de 2011

Vulnerabilidad, una danza o una lucha?




Vulnerabilidad es una palabra que en automático cruzo mis pies al momento de escribirla. Hace casi un par de años en un taller de certificación como “coach” hicimos un ejercicio diez personas, En el cual, el facilitador del taller, seleccionaba la manera de ser que él identificaba como área de mejora para cada uno de los participantes y nos pedía en secreto que fuéramos  eso” que de alguna manera el había detectado que no era algo natural en nuestra manera de ser. Teníamos cada quien dos minutos para mostrar al grupo “eso” y una vez transcurrido este tiempo, cada miembro del grupo debía decir que era lo que “había visto/sentido” de la manera de ser del “expositor”.

En mi caso, la manera de ser asignada, fue VULNERABILIDAD y tenía que mostrarla en silencio. Me dije a mí mismo “¿Qué tipo de broma es esta? Nadie puede mostrarse vulnerable sin decir una palabra!”

Pasé del enojo al miedo después a la angustia y finalmente transcurridos los dos minutos a la frustración cuando de mis nueve compañeros no hubo uno solo que le  “atinara” a la manera de ser que tan afanosamente “traté de representar”. Cuando vi el resultado, el facilitador me dijo, guarda esa palabra para ti y busca ser “eso” por lo que resta de la certificación (tres meses) y  en el taller final, les haremos nuevamente la pregunta a tus compañeros y esa será más que tu evaluación como “coach”, el feedback de quien eres como ser humano.

Mi respiración se comenzó a agitar, mis piernas comenzaron a temblar y mis ojos a llenarse de lagrimas, tuve que recargarme en una mesa porque me sentía desfallecer.

Quizá la información no hubiera sido tan reveladora, de no haber estado en este grupo mi esposa, uno de los seres que yo suponía me conoce más que cualquiera en este mundo.

Entonces me surgió la pregunta, ¿Quién he sido yo ante el mundo para que quienes más me conocen no hayan podido verme “vulnerable” aun cuando estoy haciendo un esfuerzo para conseguirlo?

Durante los tres meses siguientes no me quedó otra opción que ir adentro, más que por la certificación, por mi propia vida. Podría extenderme ampliamente sobre los estados emocionales que crucé pero en resumen encontré que vulnerabilidad yo la asociaba con debilidad,  y que por mi historia personal, según mis creencias, ser débil no había sido una opción para sobrevivir en mi infancia.

Al ver nuevamente el video de Brown, muchas ideas y sentimientos toman su sitio, aquello que creí por momentos que solo me pasaba a mi [a) I am not this kind of people, b) I do not even hang out with any of them] fue integrándose al ver que no es así.

Ser vulnerable, es para mí una danza de todos los días, que en ocasiones se convierte en una lucha, en la que paradójicamente cuando la pierdes, ganas.

1 comentario:

  1. Gracias Federico, me metí en la escena al frente del grupo. No sé cómo la habría representado yo. Me has dejado tarea.

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