jueves, 1 de diciembre de 2011

Ampliación de conciencia, el hijo pródigo

El primer contacto que tuve con el “hijo pródigo” fue en 1997, cuando en un intercambio de regalos navideño un seminarista me dio una réplica de un segmento de la pintura, donde está el hijo de rodillas y es abrazado por el padre. Me sentí perdonado y con una nueva oportunidad en mi andar. Volví a tropezar y el padre amoroso nuevamente me acogió en sus brazos, y otra vez volví a tomar mi herencia y me marché.
Sin embargo, nuevamente la malgasté y el padre volvió a recibirme en sus brazos y esta vez me prometí no volver a fallar, me cambié el nombre, me esforcé a lo máximo de mis capacidades y recuperé mi vida, el amor tocó a mi puerta nuevamente y busqué cumplir las reglas, ser buen hijo, buen esposo, hasta buen ciudadano y cuál fue mi sorpresa que al escuchar el compartir de George sobre la pintura completa, me di cuenta que seguía siendo parte de ella, pero ahora me había levantado del regazo del padre para colocarme al lado, como el hermano.
El “buen hijo”, el que se enaltece por la fortuna que le da la vida y critica al que recibe sin merecer, al que recibe del padre después de gastarlo todo, con la poca memoria que deja un ego fortalecido, que se acostumbró a mostrar sus cicatrices, mas no las heridas que todavía sangran.

jueves, 24 de noviembre de 2011

La Apreciación, algo más allá del elogio.


Aun el elogio mas impecable de acuerdo a la estructura que nos plantea Kofmann, tiene intrínseca una factura que en las letras pequeñas dice: “si quiere recibir más de esto, necesita hacer más de lo que está haciendo”.

Necesitamos estar claros que al momento de elogiar a alguien podríamos estar intentando modificar su conducta, a modo de que repita lo que reconocimos como correcto. Esto hasta cierto punto podría ser manipulación. Pudiera ser que no estuviésemos respetando radicalmente al otro como un legítimo otro (Maturana), sino como nosotros esperamos que sea.

La definición más común de apreciación es la de agradecer o hablar positivamente de algo, pero me gustaría ir más profundo en la definición. Me atrevo a decir que la gran mayoría hemos experimentado en esa sensación indescriptible que sentimos cuando nos encontramos frente a una obra de arte en cualquiera de sus formas, desde una pintura, una escultura, un a construcción, una obra de teatro o una melodía, eso que hace que digamos aprecio que alguien haya hecho esto, que alguien haya regalado esto al mundo.
Más aun, cuando nos encontramos en la casa donde nacimos o pasamos gran parte de nuestra infancia, si los recuerdo son bellos, ese lugar va creciendo en valor dentro de nuestro corazón, lo apreciamos y se va apreciando aun más conforme pasa el tiempo.

Entonces apreciación la podríamos definir como hablar positivamente de algo, agradecer algo; estar sensiblemente consciente de algo como de una obra de arte; y permitir que algo crezca en valor dentro de nosotros por el simple hecho de ser.

Es justo en esta última parte de la definición de apreciación donde el elogio queda limitado. La apreciación se basa en la decisión consciente de elegir que algo crezca en valor dentro de nosotros por el simple hecho de ser

y eso se siente y es sentido por el otro.

Es cuestión de sintonizar con la persona y permitir que se manifieste lo que apreciamos de ella, aun sin conocerla.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Dilema, ¿Cambio institucional o individual para erradicar la corrupción en México?

Mientras que la encuesta de Valores México CIDAC concluye  que la debilidad de las instituciones  podría explicar la coexistencia de nociones contradictorias entre los mexicanos,  tales como saber que es malo meterse en la fila pero al mismo tiempo pensar que es de tontos cumplir la ley cuando nadie la cumple, esto implica que si fortaleciéramos las instituciones fortaleceríamos a la sociedad. Para ello podemos observar lo que sucedió con el cinturón de seguridad, al inicio varios pensamos que era la moda del momento, pero hoy es muy poco probable ver a alguien circulando sin el cinturón puesto.
Pero si partimos del hecho que las instituciones sociales están formadas por individuos que salieron de esa misma sociedad, ¿no es el cambio de mentalidad de algunos lo que propició el cambio institucional?
Se hace la luz con la consulta Mitofsky donde dice que el 32% de los mexicanos dice que nunca viola la ley, pero ese porcentaje baja hasta 18% después de leerle algunas de las posibles violaciones que se pueden cometer, lo que demuestra que existe una tolerancia hacia nuestras acciones.
Solo no nos damos cuenta a un nivel profundo de lo que si hacemos para restar integridad a nuestros actos.
La tolerancia por desconocimiento profundo de la traición a nuestros valores está cobrando un precio tan alto que somos la raza de bronce, ahora en corrupción, ocupando un tercer lugar, solo después de Rusia y China.
¿Qué rol juego yo en mi entorno social para favorecer la integridad de mi comunidad?


jueves, 10 de noviembre de 2011

Cuando confundo perdón con olvido

¿Cómo puedo confiar en alguien si conozco la naturaleza del otro a través de mis propias debilidades?  

Cuando puedo ver con claridad esta pregunta, entiendo que he vendado los ojos a la inocencia.
Si me sigo sintiendo culpable por lo que sé he hecho, ¿puedo demandar justicia cuando he sido injusto? ¿puedo demandar integridad cuando me he corrompido?
No importa si fue ayer o hace veinte años, esa voz dentro de mi hace que cuando me encuentro frente a una situación que me recuerda algo que no me he perdonado, me coluda (me quede cayado) o que cuando demande lo que es necesario, me sienta vacio, invitándome a no seguir mas.
No es necesario apedrear a la mujer pública, - el que esté libre que arroje la primera piedra- solo invitarle a que no se denigre más.
Hablo de la que vemos en los demás y de la que en ocasiones ocultamos en nuestro interior. Perdonar nuestra fragilidad y elegir no denigrarnos más… en cualquiera de sus formas.
Perdonar no es olvidar.

¿Cómo puedo saber entonces cuando he perdonado?

jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Cómo se que estoy presente?

Estar presente, es el efecto de estar consciente.
Como diría Ken Wilber, ser consciente, significa percibir el mundo interior y exterior. Que siente, piensa, quiere y obra con conocimiento de lo que hace. Con pleno uso de los sentidos y facultades.
La pregunta toma profundidad. ¿Si estar presente es el efecto de percibir el mundo interior y exterior, existirán diferentes grados de “estar presente” en función de la habilidad de percibir tanto mi estado interior como lo que sucede fuera de mi? Yo creo que sí.
¿Cuáles son las señales de que estoy presente?
Cuando puedo sentir mi cuerpo, cuando estoy atento al siguiente pensamiento, cuando me concibo que tengo mis propios modelos mentales y soy capaz de observarlos.
Cuando al escuchar al otro lo hago con todo mi cuerpo, registrando su emoción, observando la reacción en mi tanto en mi cuerpo como en mi emoción.
En una conversación, cuando creo estar cien por ciento seguro de tener la razón y puedo observar esa “certeza” y conecto con mi propio observador, asimilando que estoy perdiendo la oportunidad de aprender algo, que estoy cerrándome a otra posibilidad.
Cuando puedo conectar con mis emociones y les permito fluir libremente, sin l freno de mis propios  juicios.
Cuando soy capaz de preguntar sin esperar una respuesta en particular.

jueves, 20 de octubre de 2011

Los errores de las intenciones – Preparando una conversación difícil con el Gobierno de México

“Como sostienen Stone y otros,  al hablar sobre intenciones suelen cometerse dos errores. El primero, es que atribuimos ciertas intenciones a la otra persona a partir del impacto que esas acciones tuvieron en nosotros. […] El segundo, es que creemos que nuestras buenas intenciones pueden reparar el resultado dañino.”
Al leer el artículo de “A Little Respect” http://www.time.com/time/magazine/article/0%2c9171%2c2091395%2c00.html?artId=2091395?contType=article?chn=world referente al movimiento ciudadano que está ocurriendo en India, fue difícil no vincularlo con lo que está sucediendo en nuestro país y la conversación interior que sucede dentro de mí y de algunos - por no decir muchos-  mexicanos.
En el caso de India, Hazare, aglutinó la intención de un pueblo para manifestarse pacíficamente en contra de la corrupción en su país, que a pesar de ser un país demócrata y con un crecimiento económico considerable, los problemas sociales no distan mucho de lo sucedido en Egipto y por que no, de lo que sucede en nuestro país.
Cuando los ciudadanos de un país democrático hacemos una complicidad –a través de la corrupción-  con un sistema inmoral, sufrimos de un diferente tipo de indignidad de aquellos que viven en un régimen dictatorial, sin embargo las consecuencias sociales son muy similares: amplios márgenes en la distribución de la riqueza, inestabilidad social...  mas lo que encontremos en conjunto en nuestra columna izquierda.
Esta “complicidad” parece ser  imposible de resistir incluso en una democracia, no obstante, India nos ha mostrado que existe la esperanza del cambio, donde como sociedad pudo hacer clara la intención de declarar un alto a la corrupción, iniciando su camino a la dignidad.
Creo saber la intención del gobierno de mi país por los resultados, ¿pero realmente la sé? ¿Me he dado genuinamente a la tarea de conocer sus razones para hacer lo que hicieron? ¿Me he dado a la tarea de investigar si en nuestro gobierno participan personas que son ciudadanos antes que servidores públicos?
Hasta hoy mi buena intención de un país mejor, no ha sido suficiente para lograr un cambio y reparar el daño causado por aceptar esta complicidad con un sistema inmoral. El silencio y el no actuar es hacer algo a favor de lo que sí está ocurriendo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Distinguir entre el pensamiento y el pensador

Sin duda, este libro y en especial l capítulo VI plantean mecanismos de solución a los problemas típicos de una organización e incluso dilemas personales.
En la página 285, hace referencia a lo que considero la base de la aplicación no solo de todo el concepto de Kofman sino de la transformación del ser humano: la disociación del pensador del pensamiento.
En el link anexo, se habla sobre el modelo de aprendizaje que tenemos y pone en tela de juicio su efectividad para este siglo XXI.
¿Será capaz un individuo de darse cuenta por sí mismo de sus propios dilemas y modelos mentales y la manera en que estos se perpetuán en la repetición de conflictos a los que se enfrenta?
Acumular  mecanismos de solución (conocimiento) no garantiza la solución, es como hacer un dique para guardar el agua de lluvia y de ahí abastecernos; es finito. Entrar a las profundidades del pensador es como cavar un pozo, hasta encontrar agua y de ahí no solo cubrir nuestras necesidades, sino tener para compartir a los demás.
¿Qué tan profundo necesito ir en mí para encontrar esa  fuente de sabiduría? ¿Podré solo o necesitaré del colectivo?
La negociación constructiva es un buen bloque para construir mi dique, pero ¿qué será de este dique si no cavo en lo profundo para encontrar mi propia agua?


Para distinguir entre el pensamiento y el pensador se necesita algo más que un buen libro, algo más que fuerza de voluntad, la humildad de ser observado a través de otros… ¿será fácil identificar cuales otros?